Gualeguaychú y los pueblos del sur entrerriano

Gualeguaychú es el espacio ideal para olvidarse de la tensión y la inseguridad, para comer un buen asado en la escapada de fin de semana, para emocionarse y descansar. La posibilidad de disfrutar de ríos, zoológico, granjas, buenos servicios, combinar historia y cultura en pequeños pueblos rurales.  
Gualeguaychú y sus localidades vecinas, generan un atractivo especial porque además de todos sus encantos, cuentan con la hospitalidad de su gente. La cordialidad, la gauchada, la mano extendida ofreciendo todo... y un espumoso mate amargo al buen estilo entrerriano.

En los pueblos del Sur de Entre Ríos, las costumbres de los inmigrantes -como los alemanes del Volga- y las tradiciones gauchas, siguen vivas en la vida cotidiana de la gente, en las fiestas, en las comidas típicas y en su forma de vivir a paso lento, disfrutando de cada encuentro con la gente y la naturaleza.

Internarse en calles solitarias, donde solo se escucha el chillar de alguna puerta, el ladrido de un perro, el golpear del viento en la rama de los árboles y lugares donde el olfato se agudiza y se perciben, como al caminar por esas pequeñas veredas en horas del medio día, y apreciar la mezcla de aromas de la cocina casera: estofado, guisos, alguna torta y el más tradicional y tentador de todos: un buen asado criollo. 

Cerca de Gualeguaychú encontrarán varias localidades, unas más grandes otras más pequeñas, Urdinarrain, Larroque, Irazusta, Talitas, Parera, Britos, Aldea San Antonio, San Juan y Santa Celia; Gilbert, Santa Clara y Escriña, abren sus puertas al visitante, para convidarlo con un exquisito paseo por la historia y su inmenso horizonte verde. 

Foto: Complejo Cultural "La Estación", en Urdinarrain, donde se exhibe una interesante colección de elementos antiguos originales que pertenecieron al diario La Nación.

www.turismo530.com