Romance de Ausencias

Arbolitos de mi tierra,
crespos de vainas doradas,
a cuya plácida sombra
pasó cantando mi infancia.  

He visto árboles gloriosos
en otras tierras lejanas,
pero ninguno tan bello
como ésos de mi montaña.

Cantando fui, peregrino,
por exóticas comarcas,
y ni en los pinos de Roma
ni en las encinas de Francia,
hallé ese dulce misterio
que sazona la nostalgia.

Algarrobal de mi tierra,
crespo de vainas doradas,
a cuya plácida sombra
pasó cantando mi infancia...

Mística unción del recuerdo
que me estremeces el alma,
trayéndome desde lejos,
como en sutil brisa alada,
un arrullar de palomas
cuando el crepúsculo avanza;
un aromar de poleos
cuando el viento se levanta;
y en el silencio nocturno
un triste son de vidalas.



Algarrobal de mi tierra,
crespo de vainas doradas,
a cuya plácida sombra
pasó cantando mi infancia ...
Ay, cuándo volveré a verte,
rústico hogar de mi patria !!

Ser quiero yo tu hijo pródigo
que torna a la vieja estancia,
por merendar las colmenas
en tu quebracho enjambradas.

Ya en los manjares del mundo
probé las heces amargas!
Ya en la orgullosa melena
se van pintando las canas!

Arbolitos de mi tierra,
crespos de vainas doradas,
a cuya plácida sombra
pasó cantando mi infancia ...

Ricardo Rojas (1882 / 1957) - Nació en Tucumán y vivió su adolescencia en Santiago del Estero. Estudió derecho en Bs. As. pero abandonó la carrera y se dedicó de lleno a la literatura. Su obra es muy variada (poética, dramática, narrativa e histórica) y fue el primero en intentar sistematizar la historia de la literatura argentina. 
En "Romance de Ausencias" y "Romancillo del lobo" aparecen muy claramente las reminiscencias de su provincia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario