Mi sonrisa es seca, y mi rostro serio.
Mis espaldas anchas, mis músculos duros.
Mis manos partidas por el crudo frío,
sólo ocho años tengo, pero no soy niño.
Detrás mis ovejas, ando por el cerro
y cargo mi leña, bajo hasta mi puesto,
a soplar el fuego, a mismiar mi soga
y no tengo tiempo para ser un niño.
Tengo ya diez años, y todo es lo mismo.
Mote, sal con lechi, son mis caramelos.
Mi juguete un chivo o el perro ovejero.
Diez años tan sólo, pero no soy niño.
Mi avión de juguete es un cuervo viejo.
Mi camión, un burro de trotar muy lento.
Mi amigo es un zorro que roba mis cabras
diez años tan sólo, pero no soy niño.
Mis espaldas anchas, mis músculos duros.
Mis manos partidas por el crudo frío,
sólo ocho años tengo, pero no soy niño.
Detrás mis ovejas, ando por el cerro
y cargo mi leña, bajo hasta mi puesto,
a soplar el fuego, a mismiar mi soga
y no tengo tiempo para ser un niño.
Tengo ya diez años, y todo es lo mismo.
Mote, sal con lechi, son mis caramelos.
Mi juguete un chivo o el perro ovejero.
Diez años tan sólo, pero no soy niño.
Mi avión de juguete es un cuervo viejo.
Mi camión, un burro de trotar muy lento.
Mi amigo es un zorro que roba mis cabras
diez años tan sólo, pero no soy niño.