El español impone su religión
“verdadera”, la del Amor al Prójimo, con la espada. *
“Los indios son tontos, vagos, borrachos. Pero
el sistema que los desprecia, desprecia lo que ignora, porque ignora lo que teme. Tras la
máscara del desprecio,
asoma el pánico:
estas voces antiguas,
porfiadamente vivas, ¿Qué
dicen ? ¿Qué dicen
cuando hablan? ¿Qué
dicen cuando callan? ”
Eduardo Galeano. El Libro de los Abrazos. Catálogos. Pág. 120
“En las Américas, la cultura real es hija de varias madres. Nuestra identidad,
múltiple, realiza su vitalidad creadora a partir de la fecundacontradicción de
las partes que la integran.
Pero hemos sido amaestrados
para
no vernos. El
racismo, mutilador, impide que la condición
humana resplandezca plenamente
con todos sus
colores.
América sigue enferma de racismo, de
norte a sur, sigue ciega de sí. Los latinoamericanos de mi generación hemos
sido educados por Hollywood. Los
indios eran unos
tipos con cara
de amargados, emplumados
y pintados, mareados de
tanto dar vueltas
alrededor de las
diligencias.
Del África sólo supimos lo que nos enseñó
el profesor Tarzán, inventado por un novelista que nunca estuvo allí.
Las culturas de origen no europeo no son culturas, sino ignorancias, a lo
sumo útiles para
comprobar la impotencia
de las razas
inferiores, para
atraer turistas y para dar
la nota típica en
las fiestas de fin de curso
y en las
fechas patrias. En
la realidad, sin
embargo, la raíz indígena
o africana, y en algunos
países las dos a
la vez, florecen con tanta fuerza como la raíz europea en los
jardines de la cultura mestiza.
A
la vista están sus frutos prodigiosos, en las artes de alto prestigio y también en las artes que el desprecio llama artesanías, en las culturas reducidas
a folklore y
en las religiones
descalificadas como supersticiones. Estas
raíces, ignoradas pero
no ignorantes, nutren
la vida
cotidiana de la
gente de carne
y hueso, aunque
muchas veces la gente
no lo sepa
o prefiera no
enterarse, y ellas
están vivas en los lenguajes que cada día revelan lo que
somos a través de lo que hablamos y de lo que callamos, en nuestras maneras
de comer y de cocinar lo que comemos, en las melodías que nos bailan,
en los juegos que nos juegan, y en
las mil y una ceremonias, secretas o compartidas, que nos ayudan a
vivir.“
Eduardo Galeano. Patas arriba. La escuela
del mundo al revés.
Buenos Aires 2004 Pág. 58
La presente reseña es extraída (con
algunas modificaciones para su mejor interpretación) de la siguiente página de
Internet:
https://sites.google.com/a/sarmientoramosmejia.edu.ar/edu-year1/historia-geografica
algo nos nace, nos moldea y nos conduce. todo tiene un porqué y un para qué, son parte de esa estructura-puente sobre el cual caminamos centurias sin que dicha travesía concluya jamás.
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